Lo descubrió una investigación británica
Buenos Aires-(Nomyc)-El “ayuno intermitente” podría ayudar a prevenir el Alzheimer y aunque los investigadores reconocieron que todavía era “demasiado pronto” para probar su teoría, los primeros resultados evidenciaron que la restricción calórica “tendría beneficios para la salud“.
En una investigación publicada en la revista científica Cell Reports, un equipo de la Universidad de Cambridge, señala que el ayuno aumenta los niveles de una sustancia química en la sangre conocida como “Acido Araquidónico”, que inhibe la inflamación, que se ha relacionado con afecciones como el Alzheimer y el Parkinson y los investigadores enfatizan en que “la dieta occidental rica en calorías puede aumentar el riesgo de enfermedades como la obesidad, la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardíacas, que están relacionadas con la inflamación crónica del cuerpo”.
Inflamación crónica o la clave de la investigación de Cambridge: la inflamación es una respuesta natural del cuerpo a una lesión o infección, pero este proceso puede ser desencadenado por otros mecanismos, de los que uno es el llamado Inflamasoma, que actúa como una alarma dentro de las células, al activar la inflamación para ayudar a proteger el sistema, cuando hay algo dañado en el cuerpo.
Sin embargo, el inflamasoma puede desencadenar una inflamación de forma no intencionada, debido a que una de sus funciones es “destruir células no deseadas”, lo que puede provocar la liberación del contenido de las células en el cuerpo, donde desencadenan la inflamación, lo que se conoce como “Inflamación crónica”.
“Estamos muy interesados en intentar comprender las causas de la inflamación crónica en el contexto de muchas enfermedades humanas y, en particular, el papel del inflamasoma”, señaló la profesora del Departamento de Medicina de la Universidad de Cambridge, Clare Bryant.
“Lo que se ha hecho evidente en los últimos años es que un inflamasoma en particular, el inflamasoma NLRP3, es muy importante en una serie de enfermedades importantes como la obesidad y la aterosclerosis, pero también en enfermedades como el Alzheimer y el Parkinson, muchas de las enfermedades de la vejez, particularmente en el mundo occidental”, explicó la investigadora.
Diversas investigaciones publicadas habían demostrado que el Inflamasoma NLRP3 influye en las enzimas que inducen una “hiperfosforilación” de las proteínas tau, las cuales tienen un papel principal en las enfermedades neurodegenerativas, lo que hace que estas proteínas se separen de las neuronas y se agrupen, algo que aplica de manera principal a la enfermedad de Alzheimer.
“Nuestros resultados apoyan la hipótesis de la Cascada Amiloide para el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer. Según esta hipótesis, los depósitos de Beta Amiloide finalmente conducen al desarrollo de la proteína tau y, por lo tanto, a la muerte celular” mencionan expertos del Centro Alemán de Enfermedades Neurodegenerativas y la Universidad de Bonn, en Alemania.
“Nuestro estudio actual muestra que el Inflamasoma es el eslabón decisivo y hasta ahora perdido en esta cadena de eventos, porque une el desarrollo de ambas proteínas”, agregan los investigadores alemanes.
Las pruebas que demostrarían que el ayuno contribuye contra el inflamasoma: para comprobar si el ayuno contribuye a reducir la inflamación, el equipo de investigadores de la Universidad de Cambridge, junto al Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos, estudió muestras de sangre de un grupo de 21 voluntarios que ayunaron durante 24 horas.
Los participantes comieron un desayuno de 500 calorías antes de las 8 de la mañana, luego ayunaron por un día y durante el déficit calórico, solo se les permitió beber agua, pasado el lapso de tiempo volvieron a consumir otra comida de 500 calorías y antes de ayunar, al final de las 24 horas y después de comer, los científicos tomaron “muestras de sangre para compararlas”.
El equipo descubrió que restringir la ingesta de calorías “aumentaba los niveles de un lípido conocido como ácido araquidónico” y debido a que los lípidos son moléculas que desempeñan funciones importantes en nuestro cuerpo, como almacenar energía y transmitir información entre células, tan pronto como las personas comieron nuevamente, “los niveles de ácido araquidónico disminuyeron”.
Cuando los investigadores estudiaron el efecto del Ácido Araquidónico en células inmunes cultivadas en el laboratorio, descubrieron que reduce la actividad del inflamasoma NLRP3, lo que se vincula a las enfermedades neurodegenerativas, aunque antes se pensaba que el Ácido Araquidónico, estaba relacionado con un aumento de los niveles de inflamación, no con una disminución.
“Esto proporciona una explicación potencial de cómo cambiar nuestra dieta, en particular mediante el ayuno, nos protege de la inflamación, especialmente la forma dañina que sustenta muchas enfermedades relacionadas con una dieta occidental alta en calorías”, explicó la profesora Bryant.
“Es demasiado pronto para decir si el ayuno protege contra enfermedades como el Alzheimer y el Parkinson, ya que los efectos del ácido araquidónico son de corta duración” aclaró la especialista.
“Pero nuestro trabajo se suma a una cantidad cada vez mayor de literatura científica que señala los beneficios para la salud de la restricción calórica. Sugiere que el ayuno regular durante un período prolongado podría ayudar a reducir la inflamación crónica que asociamos con estas afecciones”, recalcó Bryant sobre la influencia de la investigación.
El equipo de científicos también sostuvo que sus hallazgos “sugieren que una dieta alta en calorías podría aumentar el riesgo de enfermedades neurodegenerativas”.
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