Dirige un proyecto para desarrollar test de diagnóstico rápido diseñados para ser utilizados en hospitales, centros de atención primaria, hogares y aeropuertos
Buenos Aires-(Nomyc)-Ana Sol Peinetti es investigadora del CONICET en el Instituto de Química Física de los Materiales, Medio Ambiente y Energía (INQUIMAE, CONICET-UBA), donde dirige el Laboratorio de Bionanotecnologías, desde donde busca respuestas a preguntas biomédicas cada vez más complejas, mediante la combinación de técnicas de bioingeniería y bioquímica de ADN en las que se especializó durante el posdoctorado que realizó en Estados Unidos, con su formación en química de materiales.
Por su trayectoria y sus logros y por su proyecto de aplicar nanotecnología para mejorar el diagnóstico rápido y preciso de enfermedades infecciosas, resultó ganadora de los 15 mil dólares que otorga la 5ª edición del Premio Fima Leloir “a la Excelencia de Jóvenes Investigadores”.
Uno de los ejes principales del trabajo de Penetti se centra en la obtención de aptámeros, es decir secuencias cortas de ADN, que son específicos para distintos virus y capaces de diferenciar serotipos o variantes, clave para el caso del dengue, para “desarrollar test rápidos, similares a los de embarazo o los de antígenos que se usaron durante la pandemia por COVID-19, pero que sirvan para hacer diagnósticos certeros y no sólo para monitoreo”.
“La idea es crear una nueva generación de test para enfermedades infecciosas porque los actuales tienen el problema de que, si dan positivo, no quedan dudas. Pero ante un negativo no tenemos la certeza de que esa persona no esté infectada”, asegura Peinetti, quien busca resolver esa falta de sensibilidad actual de los test de antígenos, de manera de que puedan ser utilizados con precisión diagnóstica en el hogar, hospitales o aeropuertos.
“Queremos seguir determinando antígenos porque tienen la ventaja de tener menos riesgos de contaminación cruzada en comparación con lo que ocurre con el material genético del patógeno. Pero eso requiere muchos desafíos tecnológicos”, enfatiza.
A diferencia de una molécula de ADN, de la que se pueden obtener muchas copias por medio de técnicas de PCR, por ejemplo, es muy difícil obtener muchas proteínas a partir de una sola, por lo que el eje de su proyecto es transformar el antígeno detectado en una señal de ADN a la que se pueda amplificar dentro del mismo kit, mediante los aptámeros, que desarrollan Peinetti y su equipo.
“La incorporación de estos aptámeros en nanoestructuras nos permite desarrollar test con la alta sensibilidad que requiere el diagnóstico de antígenos virales”, añade la científica.
Ida y vuelta: luego de hacer el doctorado en la UBA, en 2017 la premiada viajó a los Estados Unidos gracias a una beca “Pew” para realizar su posdoctorado en ingeniería de biomoléculas en el Departamento de Química de la Universidad de Illinois, en Urbana-Champaign, bajo la dirección del profesor Yi Lu y al finalizarla, a fines de 2020volvió a la Argentina a establecer su propio laboratorio en el INQUIMAE.
“Siempre tuve la idea de volver. Hacer ciencia acá, buscando solucionar problemas del país, es lo que más me interesa y le da sentido a lo que hago. Recibir este premio es una gran alegría y una gran motivación”, concluye la flamante ganadora de la edición 2025 del Premio Fima Leloir.
Más sobre la científica: en 2021 recibió el premio nacional “L’Oréal-UNESCO `Por la Mujer en la Ciencia`” en la categoría Joven; uno de los premios del Fondo de Innovación de la fundación estadounidense Pew Charitable Trusts, 2024 y el “Pew-Chan Zuckerberg Initiative Repatriation Award”, en 2025.
Sobre el Premio Fima Leloir: instaurado en 2016, tiene como fin alentar a científicos jóvenes dedicados a la investigación básica en ciencias biomédicas, biología o fisiología.
Se entrega cada dos años y, a través de él, se busca reconocer a quien se destaque por su producción científica, la relevancia de sus contribuciones y por la perspectiva futura de liderar un proyecto de investigación y este año, además del premio de 15 mil dólares a Peinetti, recibieron menciones de honor los doctores María José Iglesias, directora del Laboratorio “Regulaciones Redox en Plantas”, del Instituto de Fisiología, Biología Molecular y Neurociencias(IFIBYNE,CONICET.UBA) y Agustín Mangiarotti, del Centro de Investigaciones en Química Biológica de Córdoba (CIQUIBIC-CONICET-UNC).
Los ganadores de las ediciones anteriores del premio fueron Federico Ariel (entonces en el Instituto de Agrobiotecnología del Litoral; actualmente en el IFYBINE); Ezequiel Petrillo (IFYBINE); Emilio Kropff y Daiana Capdevila (IIBBA, CONICET-Fundación Instituto Leloir).
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