(011) 15-5117-1073

Desarrollan un bioinsumo que combate hongos que afectan a semillas oleaginosas y cereales


Especialistas del CONICET, el INTA y la UBA revelaron que un extracto del árbol autóctono ibirá pitá con importantes propiedades antifúngicas contra una especie que se desarrolla luego de la cosecha


Categoría: INVESTIGACIONES

Buenos Aires-(Nomyc)-Especialistas del CONICET, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires (FFyB, UBA) trabajan en el desarrollo de un nuevo producto natural para combatir un grupo de hongos que afecta a granos almacenados y ocasiona importantes pérdidas económicas, pudiendo producir, incluso, daños a la salud humana y animal. 

 

Este antifúngico, se formula a partir de un extracto del árbol Ibirá pitá (Peltophorum dubium: Fabaceae/Leguminosae), que posee la capacidad de controlar el crecimiento de hongos de la especie Aspergillus flavus, cuyas micotoxinas o metabolitos tóxicos, ejercen su efecto por ingestión, de manera principal y pueden provocar en humanos y animales serias alteraciones. 

 

“Las especies del género Aspergillus están ampliamente distribuidas y crecen en casi todos los sustratos húmedos y cereales, representando, de esta manera, una amenaza para la salud humana y animal” explica explica la líder del desarrollo Renée H. Fortunato, investigadora del CONICET y directora del Instituto de Botánica Darwinion (IBODA, CONICET-ANCEFEN). 

 

“De manera específica, la especies A flavus produce aflatoxinas, un grupo de toxinas químicas que en altas dosis pueden ocasionar toxicidad aguda (aflatoxicosis) y lesiones hepáticas mortales y también, se demostró que las aflatoxinas dañan el ADN (son genotóxicas) y pueden causar cáncer hepático en los seres humanos”, agrega la especialista.

 

Los investigadores explican que, según cifras de las Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés, se estima que el 25 por ciento de los cultivos en el mundo se encuentran contaminados por micotoxinas, razón por la que su impacto a nivel económico y comercial no se puede subestimar. 

 

En este sentido, se destaca que “las pérdidas que deben cuantificarse no son solo las que afectan directamente a los granos, sino que también debe tenerse en cuenta su impacto indirecto en la merma de la producción animal”.

 

Además, señalan que “A. flavus es una especie fúngica oportunista, que cuando las condiciones de humedad y temperatura son adecuadas se desarrolla sin problemas, por lo que resulta fundamental generar herramientas que permitan controlar su crecimiento”.

 

Aunque para combatir los hongos que producen micotoxinas se suele recurrir al uso de antifunguicos de origen químico, la limitación central de estas formulaciones sintéticas es que, al estar conformadas por una o dos moléculas activas, permiten que, con el tiempo, los hongos generen cierta resistencia contra ellos y obliguen a la administración de dosis más altas, con los potenciales riesgos de contaminación ambiental que esto conlleva. 

 

En cambios, los antifúngicos de origen vegetal, como el que desarrolla el consorcio de investigación a cargo de Fortunato, están conformados por un conjunto más amplio de compuestos activos (metabolitos secundarios) cuya actividad antifúngica es esperable que se mantenga estable y no genere resistencia.

 

La actividad antifúngica del extracto de Peltophorum dubium contra A. flavus fue testeada en distintos ensayos in vitro, mientras que por otra parte, el estudio fitoquímico reveló la presencia de diversos compuestos presentes en el extracto que tienen la capacidad controlar el avance del hongo y en este sentido, el compuesto ha mostrado una acción fungistática, lo que significa que, aunque no lo mate, inhibe el desarrollo del A. flavus.

 

“En estos momentos estamos en la etapa de desarrollo de un prototipo de bioinsumo y tenemos puesto a punto un bioensayo para probarlo sobre la superficie de los granos de maíz, que serían el nicho de este desarrollo” señala Lucía Di Ciaccio, investigadora del INTA y una de las responsables del desarrollo.  

 

“Luego, hay que poder escalarlo de modo que pueda ser aplicado en los granos antes del ingreso al silo”, agrega Di Ciaccio.

 

“En la actualidad, participamos de reuniones con diversas empresas del sector agro industrial, interesadas en el desarrollo de este bioinsumo”, agrega Fortunato.

 

Ibirá pitá, un árbol que puede alcanzar hasta cuarenta metros de altura y que llama la atención por sus flores amarillas, crece naturalmente en el Chaco Oriental y en las selvas altas de Misiones, Corrientes, Formosa, llegando a extenderse su presencia hasta el norte de Santa Fe y su interés ornamental, permitió su cultivo en el arbolado urbano de Buenos Aires y otras ciudades del país.

 

Sin embargo, “según los estudios encarados a nivel poblacional, la actividad fungistática ha mostrado mayor expresión en las muestras analizadas provenientes de las regiones del noreste del país”, aclara Di Ciaccio, quien fue dirigida por Fortunato cuando realizó su tesis doctoral con beca del CONICET entre 2013 y 2018.

 

La búsqueda de formulación de un antifúngico de origen vegetal que permita combatir un hongo que afecta a las cosechas de distintos cereales y oleaginosas que se cultivan en Argentina, tiene entre sus antecedentes, proyectos destinados a seleccionar especies de la flora nativa con novedosos principios activos medicinales y agronómicos.

 

Gracias al conocimiento obtenido y a los recursos formados en el marco de estos proyectos, se logró establecer, mediante ensayos in vitro, algunos extractos que presentan actividad frente a microorganismos patógenos y con esta información y para profundizar los estudios, se seleccionaron aquellas plantas cuya actividad mostró ser más promisoria.

 

“Para nuestro grupo de trabajo, este desarrollo representa un punto de partida significativo para la creación de otros productos similares, ya que contamos con una gran variedad de extractos vegetales que podrían ser utilizados en futuros proyectos. Este tipo de emprendimiento permite reconocer, valorar y dar un nuevo valor a la flora nativa del país”, concluye Fortunato.

Nomyc-8-4-25

 

 

Consultá por este producto
@

*Los campos son obligatorios

Cargando
¡Contactanos!
clave

NOTICIAS
con contraseña