Se prevé que las muertes relacionadas con el ozono aumenten sin controles climáticos más estrictos

Un estudio internacional advierte que las muertes relacionadas con el ozono aumentarán de manera importante en muchas partes del mundo durante las próximas dos décadas a menos que se fortalezcan las actuales regulaciones sobre el clima y la calidad del aire

Buenos Aires-(Nomyc)-Esta predicción se basa en un examen de la exposición a corto plazo al Ozono a nivel del suelo y la mortalidad diaria en 406 ciudades de 20 países y regiones. Se cree que es la investigación geográficamente más grande y completa sobre este tema hasta la fecha.

Sobre el Ozono: este elemento, (O3), es una sustancia cuya molécula está compuesta por tres átomos de oxígeno, formada al disociarse los dos átomos que componen el gas oxígeno. Cada átomo de oxígeno liberado se une a otra molécula de oxígeno gaseoso (O2), formando moléculas de ozono (O3) que se encuentra en niveles muy altos y cerca de la superficie terrestre.

El ozono estratosférico u ozono bueno se encuentra en estado puro en diferentes concentraciones entre los 10 y los 40 km sobre el nivel del mar, con una concentración más alta alrededor de los 25 km, en la llamada Ozonosfera, que actúa como filtro de los rayos ultravioletas procedentes del Sol y sin cuya existencia de vida fuera del agua sería casi imposible, de lo que deriva la gran importancia de la llamada “Capa de Ozono”.

Este elemento se puede encontrar en niveles bajos cerca de la superficie, ozono malo, en altas concentraciones y por períodos prolongados tiene efectos perjudiciales para la salud y el que se produce en a combustión y la actividad industrial a menudo se mezcla con dióxido de nitrógeno.

Resultados del estudio: la mala calidad del aire es el mayor riesgo ambiental para la salud humana. El ozono troposférico, un gas altamente reactivo que es el componente principal del smog, que dificulta la respiración y al que se ha relacionado con problemas respiratorios y enfermedades cardiovasculares y puede provocar enfermedades y muerte prematura.

Al realizar este nuevo estudio que fue publicado en la revista One Earth, los investigadores recopilaron datos epidemiológicos de ciudades de América del Norte, Europa, Asia, Australia y África y luego, utilizaron proyecciones del modelo climático CMIP6 de última generación para calcular futuras muertes relacionadas con el ozono en cuatro escenarios diferentes de clima y calidad del aire.

El estudio encontró que las muertes relacionadas con el ozono aumentarían entre 45 y 6200 personas al año en esas ciudades entre 2010-2014 y 2050-2054 y las proyecciones variaron según el impacto de diferentes escenarios climáticos y regulatorios, así como factores específicos de la región para diferentes ciudades, como el clima local, el tamaño de la población, las tasas de mortalidad y las emisiones contaminantes.

En el escenario en el que se implementaran fuertes controles climáticos y de calidad del aire, se proyectó que las muertes relacionadas con el ozono aumentarían en un 0,7 por ciento entre 2010-2014 y 2050-2054, según el estudio.

Mientras que, en el escenario con políticas climáticas débiles pero regulaciones estrictas sobre la calidad del aire, las muertes relacionadas con el ozono aumentarían en un 56 por ciento y en el escenario con controles débiles tanto del clima como de la contaminación del aire, el aumento fue del 94 por ciento.

En relación a las fracciones de mortalidad, que es el número de muertes por exceso agudo relacionadas con el ozono dividido por el número total de muertes, todos los escenarios vieron un aumento en la mortalidad relacionada con el ozono con un 0,17 por ciento a 0,22 por ciento, excepto uno.

El único escenario que proyectó una disminución en la fracción de mortalidad relacionada con el Ozono, con el 0,17 a 0,15 por ciento, adoptó estrictos controles climáticos y de calidad del aire consistentes con el “Acuerdo Climático Internacional de París”.

“Este artículo es una prueba más de los beneficios para la salud que se pueden lograr si más países se adhirieran a los objetivos del Acuerdo Climático de París”, sostuvo Kai Chen, autor principal del estudio y profesor asistente de salud pública de Ciencias de Salud Ambiental, en la Escuela de Salud Pública de Yale.

“En los cuatro escenarios climáticos que estudiamos, sólo el escenario que se alinee con el Acuerdo de París vería una reducción en la fracción de mortalidad relacionada con el ozono en el futuro” agregó Chen, quien también se desempeña como subdirector de la facultad del Centro sobre Cambio Climático y Salud de Yale.

Los científicos dijeron que “se necesitan de manera urgente controles más estrictos” sobre el clima y la calidad del aire, ya que se espera que la exposición humana al Ozono a nivel del suelo aumente en los próximos años debido al calentamiento global, el crecimiento demográfico y el aumento de las emisiones de contaminantes.

El Ozono a nivel del suelo es un componente importante de la contaminación del aire que se produce cuando la contaminación atmosférica procedente de los gases de escape de los automóviles, los procesos industriales y los productos químicos volátiles como el disolvente de pintura y otros disolventes interactúan con la luz solar.

En la actualidad, los estándares climáticos y de calidad del aire de muchos países no alcanzan lo necesario para mitigar la amenaza del ozono a nivel del suelo y en el estudio, los científicos establecieron 70 microgramos de Ozono por metro cúbico de aire como umbral de exposición máxima permitida, un estándar adoptado anteriormente en evaluaciones similares.

Por el contrario, el estándar actual de calidad del aire establecido por la Organización Mundial de la Salud es de 100 microgramos. En Estados Unidos es aproximadamente 137, Europa 120, México 137 y China 160.

“Nuestro estudio pone de relieve la necesidad de normas más estrictas para el ozono”, escriben los científicos en sus conclusiones.

“Más allá de mitigar el exceso de mortalidad aguda relacionada con el ozono, la implementación de regulaciones más estrictas sobre la calidad del aire probablemente generará beneficios adicionales en términos de reducción de la mortalidad relacionada con el ozono a largo plazo y conferirá beneficios climáticos” concluyeron.

Nomyc-24-5-24

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