Este elemento podría convertirse en un recurso de gran valor y el descubrimiento abre la puerta a nuevas formas de reciclar y aprovechar lo que hoy se desperdicia
Buenos Aires-(Nomyc)-La mayoría de las personas no piensa demasiado en la orina, ya que solo es un desecho que eliminamos, sin considerar lo que contiene, aunque ahora un equipo de investigadores demostró que este líquido puede ser una verdadera mina de recursos y el ingeniero ambiental Jeremy Guest, de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign, en Estados Unidos, resume el hallazgo con una frase: “Tomamos un producto de desecho y lo transformamos en algo de alto valor”.
Su grupo de trabajo, cuyo estudio fue publicado en Nature Communications, mostró que algunas levaduras pueden convertir los compuestos de la orina en Hidroxiapatita, un mineral a base de calcio que endurece huesos y dientes, material que en la actualidad, es utilizado por cirujanos y odontólogos en procedimientos de reparación y también tiene potencial para la industria de la construcción.
El poder oculto en el sudor y la orina: la clave está en las “Osteolevaduras”, un tipo especial de levaduras que imitan el comportamiento de las células óseas humanas y dentro de sus vacuolas o pequeños compartimentos celulares, almacenan minerales presentes en la orina y al liberarlos, generan cristales de hidroxiapatita.
El biofísico Behzad Rad, del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley en California, explica “La levadura puede absorber y liberar iones metálicos. Dentro de sus células produce compuestos que, al salir, cristalizan en hidroxiapatita”.
Este proceso, no solo es más eficiente que el de las bacterias que también transforman orina en minerales, sino que además genera menos subproductos indeseados y el equipo, calculó que la levadura puede producir un gramo de hidroxiapatita por litro de orina, aunque para lograrlo es necesario agregar un refuerzo de calcio.
Qué pasaría si se aplicara en las ciudades: en la actualidad, las plantas de tratamiento de aguas residuales ven a la orina como un problema, ya que contiene nitrógeno y fósforo que, en exceso, pueden contaminar el ambiente.
Sin embargo, el ingeniero ambiental Treavor Boyer, de la Universidad Estatal de Arizona en Estados Unidos, aclara que estos elementos “no son necesariamente malos, sino sustancias químicas en el lugar equivocado”.
De hecho, tanto el nitrógeno como el fósforo se utilizan como fertilizantes, aunque su extracción de la orina no resulta rentable: un metro cúbico de este líquido produce apenas 12 a 33 dólares en fertilizante, mientras que el mismo volumen convertido en hidroxiapatita puede generar entre 19 y 138 dólares.
Este diferencial económico podría motivar a las ciudades a modernizar sus sistemas de recolección y tratamiento y Guest, imagina un proceso donde la orina se separa de otros desechos en el inodoro y se dirige a tanques de acero inoxidable con levaduras que, en pocas horas, generan el mineral.
El ingeniero suizo Kai Udert, del Instituto Federal de Ciencia y Tecnología Acuática, de Suiza, destaca que esta tecnología “podría usarse incluso fuera de la Tierra”.
En la Estación Espacial Internacional, por ejemplo, los astronautas ya reciclan su orina para producir agua potable y el uso de levaduras “sería una alternativa más ecológica y segura frente a los métodos químicos actuales”.
El futuro: este descubrimiento no solo abre nuevas vías para la medicina, la odontología y la construcción, sino que también plantea una forma distinta de pensar nuestros desechos y lo que hoy se considera un residuo sin valor, podría transformarse en un recurso estratégico.
El reto, reconocen los investigadores, “será cambiar la percepción social porque la idea de usar orina procesada como materia prima todavía genera rechazo, aunque sin embargo, la ciencia muestra que con la tecnología adecuada es posible obtener materiales puros, seguros y de gran utilidad”.
En palabras de Guest, la propuesta es clara “repensar la orina como un recurso y no como un problema. Lo que empieza en un inodoro podría terminar fortaleciendo un hueso, reparando un diente o incluso sosteniendo una construcción”.
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