Se adaptaban de la vida en los árboles a la vida en el suelo millones de años antes del asteroide que extinguió a los dinosaurios no aviares
Buenos Aires-(Nomyc)-Este descubrimiento lo revela nueva evidencia presentada por una investigación dirigida por la Universidad de Bristol que se publicó en la revista “Palaeontology” ya que al analizar pequeños fragmentos óseos fosilizados, en concreto, huesos de extremidades, de mamíferos marsupiales y placentarios hallados en el oeste de Norteamérica, el único lugar con un registro fósil terrestre bien conservado de esta época, el equipo descubrió indicios de que estos mamíferos se estaban adaptando a la vida terrestre, debido a que los huesos de extremidades analziados presentan indicios de hábitos locomotores que pueden compararse estadísticamente con los de los mamíferos modernos.
La autora principal, la profesora Christine Janis, de la Facultad de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Bristol, subraya “ya se sabía que la vida vegetal cambió hacia finales del Cretácico, y que las plantas con flores, conocidas como angiospermas, crearon hábitats más diversos en el suelo” y agrega “también sabíamos que los mamíferos arborícolas tuvieron dificultades tras el impacto del asteroide. Lo que no se había documentado era si los mamíferos se estaban volviendo más terrestres, en consonancia con los cambios de hábitat”.
Aunque estudios anteriores emplearon esqueletos completos para estudiar el movimiento de mamíferos antiguos, esta investigación es una de las primeras en usar pequeños elementos óseos para rastrear cambios en una comunidad completa. y el equipo, también utilizó datos estadísticos de colecciones de museos de Nueva York, California y Calgary para analizar estos diminutos fósiles.
La profesora Janis añade “el hábitat vegetal fue más importante para el curso de la evolución de los mamíferos del Cretácico que cualquier influencia de los dinosaurios”.
La evidencia se recopiló a partir de fragmentos articulares óseos de mamíferos terios, cuando el embrión no se desarrolla en el interior de un huevo, sino dentro del útero materno, que incluyen marsupiales y placentarios y los métodos del equipo no se aplicaron a mamíferos más basales, como los multiberculados, comunes en aquella época, debido a que sus huesos eran diferentes.
Según Janis, “se sabe desde hace mucho tiempo que las superficies articulares de los huesos largos de los mamíferos pueden contener información valiosa sobre su modo de locomoción”, pero que se trata del “primer estudio que utiliza elementos óseos tan pequeños para estudiar los cambios dentro de una comunidad, en lugar de solo en especies individuales”.
Aunque esta investigación marca el final del proyecto.
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