Los científicos indicaron que podría afectar la navegación, los vuelos y hasta la industria petrolera
Buenos Aires-(Nomyc)-El campo magnético de la Tierra atraviesa uno de los cambios más extraños desde que se tiene registro, porque el polo norte magnético muestra un comportamiento “nunca antes observado”, ya que se desplaza hacia Rusia, como lo hacía desde principios del siglo XIX, pero a un ritmo “muy lento”.
A diferencia de su contraparte geográfica, que marca el punto más septentrional del mundo, este “polo norte” no es una ubicación fija, sino que cambia en respuesta a la actividad magnética debajo de la corteza terrestre y según el Modelo Magnético Mundial, que rastrea los polos magnéticos del planeta, este movimiento incesante, causado por el hierro fundido en movimiento, “se desaceleró en unos 24 kilómetros por año”.
La cifra resulta alarmante para los expertos, debido a que se trata de menos de la mitad de la tasa registrada en los años 2000 e incluso, es casi 16 kilómetros al año más lento que en 2020, cuando se actualizó el modelo por última vez.
“El polo magnético se ha estado moviendo muy lentamente alrededor de Canadá durante muchos siglos desde el siglo XVI”, expresó Ciarán Beggan del Servicio Geológico Británico.
“En los últimos 20 años, aceleró hacia el norte en dirección a Siberia, aumentando la velocidad cada año hasta hace unos cinco años, cuando de repente desaceleró de 50 a 40 kilómetros por año”, continuó.
“Este es un comportamiento que nunca antes habíamos observado. Hace que predecir el cambio del campo magnético sea más difícil, pero en cambio, el polo sur se está moviendo de manera muy lenta y no sabemos realmente por qué hay tantas diferencias entre los hemisferios” agregó Beggan.
Una tormenta geomagnética provocó alerta y podría afectar la Tierra: descubierto en Canadá en 1831 por Sir James Clark Ross, un comandante naval británico y explorador del Ártico, el Polo Norte Magnético, avanzó hacia Siberia desde entonces.
Aunque Ross utilizó una combinación de agujas magnéticas y lecturas de brújulas y cartas náuticas para confirmar sus hallazgos, las técnicas modernas son más sofisticadas y en ese sentido, el Servicio Geológico Británico, que desarrolló el Modelo Magnético Mundial en colaboración con el Centro Nacional de Datos Geofísicos de los Estados Unidos, se basa principalmente en una constelación de satélites de la Agencia Espacial Europea.
El profesor Phil Livermore, de la Universidad de Leeds, en Inglaterra, postuló que las fluctuaciones en la posición del polo norte magnético “son causadas por el movimiento de una `corriente en chorro´ de hierro líquido en el núcleo de la Tierra”.
El seguimiento de ese movimiento permitiría a los científicos predecir los cambios, pero el proceso se complica por el hecho de que el hierro líquido se encuentra a gran profundidad bajo la corteza terrestre.
Aunque los cambios en el campo magnético pasan desapercibidos, tienen consecuencias en mayor o menor grado en la vida diaria, como por ejemplo, la afectación de la orientación de las brujas magnéticas, las cuales son utilizadas para orientar a los aviones y submarinos, e incluso pueden alterar las brújulas de los teléfonos inteligentes.
Además, también es posible que tengan un efecto significativo en la perforación de pozos de petróleo y gas o en la investigación de la actividad sísmica.
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