Desde hace casi 35 años, el telescopio espacial Hubble forma parte de los llamados Grandes Observatorios de la NASA y nos proporciona una visión única de nuestro universo
Buenos Aires-(Nomyc)-Fue el 24 de abril de 1990 cuando el telescopio espacial Hubble (HST) se puso en órbita terrestre baja y desde entonces, orbita nuestro planeta a una distancia de entre 525 km y 550 km y nos ayuda cada día a aumentar nuestros conocimientos sobre el universo y sus misterios, ya que en este cinturón se encuentran varios cuerpos menores del sistema solar exterior, es decir, más allá de la órbita de los planetas mayores y esta región es bastante similar al cinturón principal de asteroides, situado entre las órbitas de Marte y Júpiter, pero 20 veces mayor.
Cuerpos helados de origen desconocido: los objetos que forman esta región están compuestos de manera principal, por sustancias volátiles, como amoníaco, metano y agua, que se congelan debido a las temperaturas extremadamente bajas que se encuentran a distancias tan grandes del Sol.
Los científicos dirigieron, entonces, la mirada del telescopio espacial Hubble y del Observatorio W.M. Keck de Hawai hacia esta región, y se centraron en el sistema 148780 Altjira, que resultó ser un sistema de tres cuerpos y de confirmarse este descubrimiento, sería el segundo sistema de tres cuerpos descubierto en el cinturón de Kuiper, lo que podría significar que otros sistemas similares están a la espera de ser descubiertos.
Esto, a su vez, apoyaría una teoría particular sobre la historia de nuestro sistema solar y la formación de los objetos que componen el cinturón de Kuiper, también llamado KBO, acrónimo del inglés Kuiper Belt Object.
De hecho, existe una teoría que postula que estos tres pequeños cuerpos rocosos no serían el resultado de una colisión caótica, sino que se habrían formado directamente como un sistema de tres cuerpos a partir del colapso gravitatorio de la materia en el disco de gas y polvo que rodeaba al recién nacido Sol, hace unos 4.500 millones de años.
El colapso gravitatorio es un fenómeno bien conocido, ya que sabemos que las estrellas se forman de este modo, pero resulta innovador pensar que los objetos del cinturón de Kuiper también podrían haberse formado así.
El Hubble, además, captó entonces el sistema Altjira y aunque las imágenes muestran sólo dos cuerpos celestes, separados por unos 7.600 km, los científicos afirman que las repetidas observaciones de su singular movimiento coorbital sugieren que el objeto interior del sistema está compuesto en realidad por dos cuerpos diferentes, tan próximos entre sí que no pueden distinguirse a tal distancia e incluso, el sistema se encuentra a 44 UA, o 44 veces la distancia media entre la Tierra y el Sol, o a unos 6.500 millones de km de nosotros.
Más estudios: por el momento, los científicos no disponen de pruebas concretas de que se trate de un sistema de tres cuerpos, ya que, dada la enorme distancia que nos separa de Altjira, la separación entre los dos hipotéticos miembros interiores del sistema es de apenas una fracción de píxel, por lo que habrá que adoptar métodos distintos a la imagen directa para confirmarlo.
Hasta ahora, los investigadores analizaron los datos recogidos a lo largo de 17 años por el Hubble y el Observatorio Keck, siguiendo la órbita del objeto más externo del sistema, observando que su orientación cambiaba con el tiempo, lo que puede indicar que el objeto interior es muy alargado o que está compuesto por dos cuerpos separados y los científicos introdujeron, entonces, los datos del Hubble en varios modelos que apoyaban la hipótesis del triple sistema, que resultó ser la mejor explicación.
Aunque hasta ahora, no está prevista ninguna misión para explorar Altjira de cerca en los próximos 10 años, el sistema experimentará una temporada de eclipses durante la cual el cuerpo exterior pasará por delante del interior, lo que dará a los científicos la oportunidad de realizar nuevos análisis en profundidad, ayudados por el telescopio espacial James Webb, que participará en el estudio.
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